El documental terrícolas nos muestra las diferentes fases como los animales son utilizados por y para el ser humano, gracias las mismas imágenes (muy duras y crudas) es cuando te das cuenta de la realidad del trato. Los seres humanos utilizamos a los animales como mascotas, alimento, vestimenta, entretenimiento y ciencia, sin pensar que ellos también son habitantes de nuestro planeta Tierra, todos somos considerados terrícolas, no hay sexismo, racismo, el termino terrícola abarca a todos y cada uno de nosotros, por tal los seres humanos compartimos este mundo con millones de criaturas, dado que todas vamos evolucionando aquí juntas. Sin embargo los humanos tratamos de dominar, a menudo tratando a otros seres menospreciándolos, humillándolos o conservarlo como objeto de adorno. El término especismo es un prejuicio o actitud favorable hacia los intereses de los miembros de la misma especie y contra los miembros de otras especies. Si un ser sufre, no existe justificación para no tener en consideración ese sufrimiento no importa la naturaleza del ser. El principio de igualdad requiere, que el sufrimiento de uno, sea valorado de igual forma que el sufrimiento del otro. El racista viola el principio de igualdad, al dar mayor peso a los intereses de los miembros de su propia raza, cuando hay un conflicto entre sus intereses y los de otra raza. El sexista viola el principio de igualdad, al favorecer los intereses de su propio sexo. Igualmente, el especista permite que los miembros de su misma especie, sobrepasen los intereses de los miembros de otras especies. En cada caso el patrón es el mismo. Racismo, sexismo, especismo, lamentablemente y científicamente solo el ser humano nos creemos capaces de razonar, si es así, razonamos cuando no tratamos de igual a igual a seres que habitan y evolucionan junto a nosotros Se tiene que tener un concepción más inteligente y más mística de los animales de manera que, nos tratamos con indiferencias, a quien erramos el hombre. No nos engañemos, la carne no viene del supermercado. Los animalitos no viven felices en el campo hasta que les llega el momento de ser nuestro alimento. Son salvajadas lo que se les hace y como dicen en el documental, si cada uno tuviese que matar al animal que se tiene que comer casi todos se harían vegetarianos, o lo mismo con que si las paredes del matadero fuesen de cristal; que por cierto, muchas de las imágenes del documental son grabadas con cámara oculta, ya que si bien hay una normativa que regula el trato de los animales y evita que sufran lo máximo posible, la realidad es otra distinta (y mucho peor). Terrícolas somos todos los que habitamos el planeta tierra sin distinción de especie, así que todos los seres merecen un respeto y una vida digna, en nuestra mano esta poder dársela.
Nosotros somos los únicos capaces de poder cambiar, porque somos los únicos que tratamos de dominar!!!
Lic. Jeanette Gonzales Vasquez